Depósitos

Depósitos, sus problemas y nuestras soluciones.

Debido al paso del tiempo, los depósitos tienden a deteriorarse hasta el punto de romperse y presentar fisuras que conllevan fugas del líquido que contenían, así como contacto no deseado con el exterior.

Además de las posibles roturas, los malos olores tienden a aparecer a causa de la desaparición del material usado en el interior del depósito, haciendo que
incluso toda la zona circundante al mismo se convierta en un problema.

A la conjunción de ambos problemas suele sumarse la generación de corrosión en las paredes y fondo del depósito. Dicha corrosión facilita la presencia de bacterias tóxicas, que pueden llegar a comprometer gravemente en la salubridad.

¿Cómo restauramos un depósito en mal estado?

1 – Secado del depósito. Primero se drena el agua del depósito hasta conseguir dejar la menor cantidad de agua posible.
Siempre suelen quedar rastros de agua y humedades en las impurezas, por ello realizamos tras el drenaje un secado mediante aire despresurizado a una temperatura de 70ºC.
De esta manera aceleramos la cristalización de las impurezas, dejandolo preparado y listo para los siguientes pasos del proceso.

2 – Limpieza Interior. Se efectua la limpieza del habitáculo interior del depósito a tratar, inyectando un chorreado de arena a presión, mediante un soplado de aire.
De esta manera se elimina cualquier particula de impurezas y oxido que pudiera permanecer en el interior del depósito. Dejando este como se encontraba en un origen. Preparado así para poder recubrir su interior con resina y realizar el proceso FSO con total garantia.

3 – Resinado. Se procede a la restauración del depósito aplicando una capa uniforme. Dandole un espesor personalizado, dependiendo del estado de sus paredes interiores.
Nuestra aplicación consta de una mezcla de un polímero (resina) con un catalizador, cuya mezcla cumple todas las normativas UE sanitarias y alimentarias.

4 – Curación de la Resina. El tiempo necesario para la curación de la resina es inferior a las 24 horas tras su inyectado, por lo que se podrá rellenar y poner en marcha el depósito nuevamente tras solo 24 horas de su restauración.